Los síntomas asociados son diarrea grave, a menudo con sangre, vómitos, letargo, anorexia y fiebre. La enfermedad puede progresar rápidamente y ser mortal. Por lo tanto, una atención rápida y oportuna puede llegar a ser vital.
La prevención es fundamental y consiste en:
- Vacunación: asegurarte de que una parte importante de tu familia cumpla con su calendario de vacunación óptimo y completo.
- Mantener un entorno limpio: limpiar regularmente las áreas donde pasa más tiempo el canino, esto disminuirá los riesgos de contacto con heces contaminadas.
- Evitar el contacto con caninos enfermos: esto se debe a que es una enfermedad altamente contagiosa.
El parvovirus es una enfermedad grave y mortal; la vacunación es clave para prevenir la enfermedad y proteger a parte de tu familia. Consulta a un médico veterinario sobre cómo hacerlo de la mejor forma.